A lo largo del presente año, se han aperturado varios debates en torno a los derechos laborales en México, desde el aumento drástico al salario minio, hasta reformas como la referente al Home office, la subcontratación, y la más reciente en torno a las vacaciones.
En los próximos días se enfocará un nuevo debate acerca de la jornada laboral en México respecto a la jornada laboral máxima, dado que los trabajadores de nuestro país son de los que más tiempo trabajan en todo el mundo.
Este debate ha tomado la forma de propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo que actualmente establece una jornada laboral máxima de 48 horas semanales, y estableciendo que por cada seis días de trabajo, es obligatorio al menos uno para descanso, por lo que la iniciativa de reforma impulsa el establecimiento de una jornada laboral maxima de 40 horas a la semana que evidentemente reduciría los días mandatarios de trabajo, las horas diarias de labores o los días de descanso semanales.
Dentro del contexto mexicano contemporáneo, es reconocible que una gran parte de trabajadores laboran más allá de las 8 horas legalmente estipuladas por múltiples motivos, sin embargo, es menester evocar las circunstancias bajo las que la Ley Federal del Trabajo permite la estancia de un trabajador en su labor, siendo estas las siguientes:
- Riesgo inminente: dentro del artículo 65° de la Ley se explaya que por caso de riesgo, siniestro o cualquier otra situación que ponga en peligro la vida de los trabajadores, patrones o de la empresa, la jornada de labores se amplía el tiempo para salvaguardar la integridad de los trabajadores. Para esta circunstancia, las horas extras deben pagarse conforme a su salario regular por hora.
- Trabajo en horas extra: en los artículos 66° y 68° de dicha Ley se advierte que el horario laboral puede ampliarse con horas extras para lograr algún cometido. En este planteamiento no deben pasarse 3 horas diarias ni 9 horas semanales, mientras que el pago se dará al 100% del salario por hora del empleado.
Ante este panorama, es inevitable pensar en que se necesitan acciones contundentes abocadas a la mejora de condiciones laborales iniciando con la modificación de las jornadas laborales, pero ello no ha significado que todos los sectores estén conformes con la propuesta, tal y como lo ha denotado el Consejo Coordinador Empresarial que explícitamente ha pedido al Poder Legislativo retroceder la iniciativa debido a sus razones exponentes:
- Presencia de un severo golpe económico para las empresas que a partir de la legislación positiva deben destinar mayores recursos a la contratación de personal y al pago de horas extras, significando pérdidas financieras cuantiosas.
- Nula presencia de mayor descanso para los trabajadores.
- Impactos negativos para industrias que necesitan de trabajo ininterrumpido para funcionar.
Es evidente que la iniciativa de reforma coloca a diferentes actores en disyuntivas que difícilmente podrán resolverse para satisfacción de todos, sin embargo, es menester contemplar que el escenario laboral mexicano requiere de urgente intervención mediante su máxima legislación, misma que si bien ha tenido anteriores reformas, estas aún no permean de un escenario ideal en el que el bienestar del trabajador reluzca por su seguimiento.
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